jueves, 26 de febrero de 2009

Miradas

Sólo la "niña" parece tenerlo claro...

Maribel, crítica literaria/3

Anoche estuve en la cama con Paul Auster. Estuve en la oscuridad con él a través de August Brill, o con August Brill a través de él… Quién sabe. Estuvimos los tres tumbados boca arriba toda la noche, y por la habitación se pasearon multitud de personas que nos miraban expectantes.

Al final, una frase, ni de Auster ni de Brill, sino de Rose Hawthorne: Mientras el peregrino mundo sigue girando.

Contengo las lágrimas en el último párrafo, exhalo un suspiro al cerrar el libro y me vuelvo hacia la persona que duerme a mi lado… Mas el mundo sigue girando y ésta ya es otra historia…

Underground

Camino: doy pasos hacia delante, pero el suelo parece deslizarse en mi contra.
No sé por qué.

El sendero se estrecha al final. Ya ni siquiera hay un túnel con su luz. Sólo un punto en la lejanía que te hace dudar de si realmente la Tierra es redonda o acaba allí. En ese punto final.

Quiero ser invisible. Entreno duro para lograrlo. Me pongo los auriculares y casi lo consigo. Con los dos cablecitos blancos colgando apenas te miran. Ahora veo a la gente con mi propia banda sonora. Sonido en off.

Transito: recorro las líneas del metro. Me quedo agarrada a la barra del vagón, absorta en mi reflejo intermitente en el ventanal, acorralándome entre personas que suben y bajan.

Despierto. Me bajo en la siguiente: Cuatro Caminos.

domingo, 15 de febrero de 2009

Vamos?